See xan blu se texcua tejuino, see mdo dis xa tib con nabes nak. ¿Lasl nina lol?
Mbes men na ngo tib xa nchak xa yaa mbe na taa lee wixaritari se nde rit men Haramara par tzien men Wirikuta.
Cuando mi mamá me enseñó a hacer tejuino por primera vez, me platicó un cuento muy bonito. ¿Quieres escucharlo?
Dicen que una vez existió un hombre sabio, quien guió a nosotros los wixaritari desde Haramara hasta llegar a Wirikuta.
Connaa wesn Kauyumarie, mzin azul, see ndée xal xa ned por tzien men Wirikuta. Texcuaxa ta nabes nak rie ta rietxa.
Xa con ner ngo lee coras tiaa mbian xa loo ta lee Nayar.
Loo tepehuanos ngoo Mukuyuawi len yii canoas.
Era nuestro hermano Kauyumarie, el Venado Azul, quien nos guió rumbo al sitio sagrado de Wirikuta. En su camino iba creando lugares sagrados y poblaciones.
Al inicio, fue el pueblo cora quienes se establecieron en el sitio sagrado de la Mesa del Nayar.
Luego, los tepehuanos se establecieron en Mukuyuawi, en la Sierra de Canoas.
Se mbarexa Wirikuta Kauyumarie ndiet nit con tejuino.
Conaa lii ner taamen tejuino loo see guumen naa.
De regreso de Wirikuta, Kauyumarie trajo el agua, y se ofreció el tejuino a todas las deidades.
Por eso, ahora se ofrenda el tejuino antes de que lo tomemos.
Xa wixaritari texcuaa tejuino.
Noo tata nlin con nla xa Kauyumarie.
Niabnu con guen.
Riee xa wixaritari ntexcua tejuino. Taa naka mien bix.
Los wixaritari hacemos tejuino.
También seguimos practicando la sabiduría y el conocimiento de Kauyumarie.
Pedimos bienestar y agradecemos por la vida.
Todos los wixaritari hacemos tejuino. Así es, niños.
– Conna li ngaata mbinu nsob re. –
Aa, connaa ngali gu. Na nga too nsob see texcua tejuino.
Nso kee lenei, na nga too kee koo na li nchatoi.
– Es por eso que ahora estamos limpiando este maíz.
Sí, es lo que ustedes están haciendo. Yo estoy moliendo maíz para lo que será el tejuino.
La harina tiene piedritas, estoy moliendo piedritas sin querer. Si contiene piedras se escucha dentro del molino y luego se atora.
– ¿Poolya see nchoi loo yes? –
Aa, loo yes ntonuy. Ntonu nsob see yan lana see texcua tejuino.
– Men lass siaa men ngo sanmen? –
Aa, naseb nee yek xib men see con iib mas liger gakaa.
– ¿Seguramente, hace años, se molía en metate?
Sí, molíamos en metate. Molíamos el maíz hasta obtener la harina fina para lo que sería el tejuino.
– ¿Y, desde luego, en ese tiempo era más cansado?
Sí, dolía bastante en las rodillas y con el molino es menos pesado.
Kosmena nsob con nit see nak nitcob.
Loo tza tiaba loo kii.
La harina de maíz se revuelve con agua para que tome la forma líquida, se pueda espesar y quede como atole.
Luego se pone a hervir.
See tache men na loo kii see nuked men yaala; loo koob ya tiimen se rioo con lenei.
Loo nkoo men na tib len con see yo levadura see tloy yaalaa.
Taa ndiexcua tejuino.
Cuando se saca del fuego, primero se deja enfriar; una vez frío, se exprime la masa para obtener el jugo.
Este jugo se vacía en recipientes y se le agrega levadura para que empiece a fermentar.
Y así se obtiene el tejuino que se viene ofrendando.