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Wixárika

Leer cuentos en Wixárika

La lengua wixárika (o huichol) pertenece a la familia lingüística yutonahua. El INALI considera que existen cuatro variantes de esta lengua. De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda, 76,936 personas viven en hogares en los que se habla wixárika; de éstos, 23,108 personas viven en el estado de Jalisco (INEGI, 2020).

Los relatos de este sitio web se recopilaron en la comunidad de Taateikie (San Andrés Cohamiata), municipio de Mezquitic, Jalisco. Esta comunidad se encuentra en la región norte del estado de Jalisco, específicamente dentro de la Sierra Madre Occidental. La comunidad cuenta con más de dos mil habitantes, entre hombres y mujeres, ancianos, jóvenes y niños(as), que son hablantes de la lengua materna y cuya segunda lengua es el castellano. La lengua está muy arraigado en la vida cotidiana en espacios como las escuelas, reuniones locales, en las fiestas culturales, y otros. Esto significa que la lengua está vigente y que no está en riesgo de desaparecer en esta comunidad de Taateikie.

Los relatos presentados son cuentos tradicionales en wixárika. No son desconocidos por la comunidad, sino son parte de la vivencia cotidiana. Y esto es porque en la comunidad de Taateikie contamos con conocimientos heredados de nuestros ancestros, valores comunitarios y principios filosóficos, que nos permiten entender y respetar los ciclos naturales de vida. Con nuestras ofrendas, arreglos y manifestaciones culturales procuramos mantener el equilibrio entre ellos y reproducir la vida misma, para lo cual hemos tenido que organizar nuestras formas de vida tradicional adoptando reglas y acuerdos que garantizan la convivencia de las personas que forman parte de la comunidad y de estas con el entorno natural. Como resultado, tenemos una gran riqueza biocultural que es expresada en el intrincado mundo espiritual perpetuado por nuestras autoridades tradicionales. Es por ello, que muchos elementos bioculturales están asociados a nuestra vida cotidiana, que también implica lo espiritual y ceremonial. De ahí el origen del gran dinamismo para organizarnos en defensa de nuestro territorio, de nuestros lugares sagrados, montañas, manantiales, flora y fauna silvestre, con sus sitios ceremoniales, principalmente frente a la minería.