De acuerdo con el Catálogo de las Lenguas Indígenas Nacionales de México (2008), el maaya t’aan (maya yucateco) pertenece a la familia lingüística maya, junto a otras 19 lenguas mayences. Estos idiomas mayas, que actualmente luchan por su vitalidad en el sudeste de México, Guatemala y Belice, en el pasado extendían sus usos en el oeste de Honduras y El Salvador.
El maaya t’aan es la segunda lengua indígena más hablada en México. A nivel nacional, el número de hablantes de la lengua maya es de 795,499 personas (INPI, 2020), y se encuentran ubicados en los estados de Yucatán, Quintana Roo y Campeche. Sin embargo, de acuerdo con los datos del último censo del INEGI (2020), la población de 3 años y más hablante de lengua maya sufrió un descenso significativo de 20,744 hablantes entre el año 2010 y 2020; es decir, de 795,499 a 774,755, respectivamente.
La pérdida de los hablantes del maaya t’aan se debe a que la lengua maya experimenta fuertes procesos de desplazamiento que inicia desde la transmisión intergeneracional hasta los usos cotidianos que le dan sus hablantes. Lo anterior afecta directamente la vitalidad de la lengua en los diferentes dominios y espacios socioculturales donde las familias mayas crían y socializan a sus hijos. Esto quiere decir que, el maaya t’aan, al igual que el resto de las lenguas originarias en el país, se encuentra en peligro de extinción, aunque no de manera inmediata.
Los dos relatos mayas que aparecen en este sitio web (chi’ibal uj ‘eclipse’ y t’ut’uch péepem ‘la mariposa posadora’) se basan en la tradición oral de las comunidades mayas de Quintana Roo, México.