Se dice que el Bisabuelo Fuego nació cuando apareció la tierra, junto con las demás deidades, como el viento y el agua. Todas aparecieron en el mismo momento cuando se creó la vida en la tierra. El Bisabuelo Fuego también se encuentra en el mar.
Se dice que el Bisabuelo Fuego nació cuando apareció la tierra, junto con las demás deidades, como el viento y el agua. Todas aparecieron en el mismo momento cuando se creó la vida en la tierra. El Bisabuelo Fuego también se encuentra en el mar.
Todas las deidades habían nacido juntas.
En ese tiempo las deidades estaban buscando al Bisabuelo Fuego para situarse bajo su luz.
En su camino, estaban rastreando sus huellas. Para entonces eran tiempos oscuros y así caminaban.
Todas las deidades habían nacido juntas.
En ese tiempo las deidades estaban buscando al Bisabuelo Fuego para situarse bajo su luz.
En su camino, estaban rastreando sus huellas. Para entonces eran tiempos oscuros y así caminaban.
De repente, un león saltó delante de ellas a lo lejos. En ese momento entre ellas se dijeron:
– Es el mismo Bisabuelo Fuego.
Era el Abuelo Fuego transformado en león.
Nuestros bisabuelos seguían su camino para alcanzar la luz.
De repente, un león saltó delante de ellas a lo lejos. En ese momento entre ellas se dijeron:
– Es el mismo Bisabuelo Fuego.
Era el Abuelo Fuego transformado en león.
Nuestros bisabuelos seguían su camino para alcanzar la luz.
Algún tiempo después lo encontraron, porque desde lejos empezaron a ver chispas.
– ¡Por ahí es donde se ve!
Fueron acercándose poco a poco hasta cercarlo.
Algún tiempo después lo encontraron, porque desde lejos empezaron a ver chispas.
– ¡Por ahí es donde se ve!
Fueron acercándose poco a poco hasta cercarlo.
Una vez en el lugar, se encontraron de repente a oscuras y no veían nada.
Al fijarse en el suelo, vieron que salía una luz, que subía y bajaba.
Se dieron cuenta de que salían chispas debajo de sus pies.
Una vez en el lugar, se encontraron de repente a oscuras y no veían nada.
Al fijarse en el suelo, vieron que salía una luz, que subía y bajaba.
Se dieron cuenta de que salían chispas debajo de sus pies.
Los bisabuelos se dijeron entre sí:
– Sí, seguramente es por aquí donde se encuentra.
Escarbaron en el suelo, hasta que lograron sacarlo fuera de su escondite. Y era un anciano.
Todos los bisabuelos se dieron cuenta que el Bisabuelo Fuego era igual a ellos.
Los bisabuelos se dijeron entre sí:
– Sí, seguramente es por aquí donde se encuentra.
Escarbaron en el suelo, hasta que lograron sacarlo fuera de su escondite. Y era un anciano.
Todos los bisabuelos se dieron cuenta que el Bisabuelo Fuego era igual a ellos.
Una vez fuera, lo limpiaron de suciedad. Le ofrecieron la silla sagrada para que se sentara.
Se parecía mucho a un wixárika cualquiera, anciano.
Al anciano se le notaba mucho su collar del pecho, que era su propia piel flácida que se colgaba.
Y respiraba como cuando cantan los pericos, que emiten sonidos raros al cantar.
Una vez fuera, lo limpiaron de suciedad. Le ofrecieron la silla sagrada para que se sentara.
Se parecía mucho a un wixárika cualquiera, anciano.
Al anciano se le notaba mucho su collar del pecho, que era su propia piel flácida que se colgaba.
Y respiraba como cuando cantan los pericos, que emiten sonidos raros al cantar.
Una vez que todas las deidades estaban junto al Bisabuelo Fuego, le dieron la bienvenida y le entregaron su bastón para que los pudiera guiar.
La primera leña que cortaron y le ofrecieron era de pirul y no prendió. Luego le dieron una segunda leña de encino, la cual recibió. Esa fue la que sí prendió y con la que los guió.
Así fue como apareció el Bisabuelo Fuego, como ahora conocemos el fuego.
Una vez que todas las deidades estaban junto al Bisabuelo Fuego, le dieron la bienvenida y le entregaron su bastón para que los pudiera guiar.
La primera leña que cortaron y le ofrecieron era de pirul y no prendió. Luego le dieron una segunda leña de encino, la cual recibió. Esa fue la que sí prendió y con la que los guió.
Así fue como apareció el Bisabuelo Fuego, como ahora conocemos el fuego.