Un día en el mes de junio, estaba soleado, pero de pronto el cielo empezó a cambiar de una nube azul a una nube gris cargada de agua. Después de unos instantes empezó a llover.
Un día en el mes de junio, estaba soleado, pero de pronto el cielo empezó a cambiar de una nube azul a una nube gris cargada de agua. Después de unos instantes empezó a llover.
Ese día, Marce, un niño de diez años de edad, se encontraba en la milpa con su papá. Estaban azadoneando el maíz que habían sembrado luego que empezó a llover como a finales de mayo.
Ese día, Marce, un niño de diez años de edad, se encontraba en la milpa con su papá. Estaban azadoneando el maíz que habían sembrado luego que empezó a llover como a finales de mayo.
Marce y su papá corrieron hacia el tronco de un árbol grande de encino que había ahí para protegerse de la lluvia. La lluvia fue muy intensa por un rato.
Marce y su papá corrieron hacia el tronco de un árbol grande de encino que había ahí para protegerse de la lluvia. La lluvia fue muy intensa por un rato.
Cuando la lluvia empezó a calmarse, a lo lejos se veían los rayos del sol que salían de entre las nubes.
Marce miró hacia las nubes y gritó:
– ¡Papá, mira, una serpiente de muchos colores! – señalando con el dedo.
Cuando la lluvia empezó a calmarse, a lo lejos se veían los rayos del sol que salían de entre las nubes.
Marce miró hacia las nubes y gritó:
– ¡Papá, mira, una serpiente de muchos colores! – señalando con el dedo.
El padre dijo:
– Es un arcoíris m’ijo, pero no lo señales, porque no es bueno, a uno se le puede caer el dedo.
Entonces el niño bajó su dedo inmediatamente, preguntando:
– ¿Por qué papá?
Y el padre contestó:
– Es lo que han dicho nuestros antepasados.
El padre dijo:
– Es un arcoíris m’ijo, pero no lo señales, porque no es bueno, a uno se le puede caer el dedo.
Entonces el niño bajó su dedo inmediatamente, preguntando:
– ¿Por qué papá?
Y el padre contestó:
– Es lo que han dicho nuestros antepasados.